Buenos Aires, 11 de febrero del 2015
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“Un INTA que no segrega ni excluye”
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria es el
organismo responsable de la Investigación y Extensión para contribuir con el
desarrollo del sector agropecuario y agroindustrial desde hace 58 años.
El neoliberalismo de los 90 puso al INTA al borde del desguace
y privatización, desfinanciándolo y quitándole autarquía: se redujo el área
de extensión, se despidió personal, se vedó el ingreso de jóvenes
profesionales, se mandó “a lavar los platos a los investigadores” y se colocó
en situación de precarización laboral al 60% de sus trabajadores. Eran los
tiempos de “achicar el Estado es agrandar la Nación”.
Los presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de
Kirchner, recuperaron el Estado para el bienestar de la Nación.
En esta década, INTA logró:
• Regularizar su planta de personal e incorporar jóvenes profesionales, llevando la edad promedio de 54 a 43,8 años. • Dar formación de posgrado a 1.030 profesionales, perfeccionar a 5.200 agentes en las mejores universidades nacionales y extranjeras y repatriar a 18 investigadores. • Ampliar la capacidad de investigación, extensión y presencia territorial sumando seis nuevas Estaciones Experimentales, seis Institutos de Investigación y más de 90 Agencias de Extensión. • Incluir como actor científico tecnológico a la agricultura familiar, fuente diaria de los alimentos de los argentinos y empleador del 65% de los agricultores del país. Así, creó el Centro de Investigación para la Agricultura Familiar con presencia nacional. • Implementar Proyectos Regionales para llevar la innovación al territorio, generar empleo y mejorar la vida de la comunidad, articulando con Programas Nacionales, redes, instituciones público privadas y gobiernos. • En el orden internacional, instalar en Francia un laboratorio (LABINTEX) que desarrolla investigación y extensión con pares europeos, socios estratégicos en igualdad de condiciones. Además, llevar adelante misiones internacionales de Cooperación: Sudáfrica, Nueva Zelandia, Australia, China, Angola, Namibia, Marruecos, Nigeria, y A. Latina y el Caribe. • En el campo científico, ejemplos como: Rosita Isa, primer ternera clonada transgénica que produce leche maternizada; plataformas automáticas de fenotipado de plantas; lácteos funcionales; variedad de papa Newen-INTA; arroz resistente a herbicidas, Puitá-INTA; trigo tolerante a sequía GMO; maíz resistente al mal de Río IV; maquinarias para diferentes escalas; agricultura de precisión; manejo de post cosecha y valor agregado en origen.
La independencia se ejerce con recursos, marco normativo y
participación social en la gestión. Para ello se multiplicó por siete el
presupuesto, se recuperó la autarquía y se integró a los actores de la
sociedad civil:
En los órganos de decisión y asesoramiento del INTA participan
más de 2.000 personas de organizaciones gremiales, la academia y gobiernos.
En Extensión, se trabaja con más de 40.000 productores y sus
familias.
Por los INTA Expone, muestras regionales gratuitas únicas en
América Latina, han pasado más 850.000 personas en 8 ediciones. En las
mismas, no se compra ni se vende solo se ponen a disposición de nuestro
pueblo los conocimientos generados por el INTA.
Con más de 450 unidades en el país, trabajamos junto a toda la
comunidad. El INTA no segrega ni excluye, no separa lo rural y lo urbano,
perseguimos un destino común de bienestar que solo puede alcanzarse con
solidaridad.
El INTA somos sus empleados, los miembros de la sociedad civil
representados en sus Consejos, los productores que retroalimentan los
procesos de generación de conocimiento y la ciudadanía, que en el medio rural
y urbano son el objetivo de nuestra misión: mejorar la calidad de vida a
través de la ciencia y la técnica para lograr un desarrollo con inclusión.
Entonces, el INTA somos todos.
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José Catalano
Vicepresidente del INTA
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jueves, 12 de febrero de 2015
El INTA que hoy nos acompaña.
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